jueves, 2 de mayo de 2013

Tratamiento de residuos

El correcto tratamiento de residuos es esencial tanto para su aprovechamiento como para su eliminación, con el mínimo impacto en el medio ambiente. En función de la naturaleza del residuo se aplican diferentes procedimientos con el objetivo de obtener el mejor resultado. Pero siempre la mejor solución es la reducción de nuestros residuos de manera que al final haya menos cantidad que gestionar.

Uno de los problemas que sufren los países industrializados es la generación y gestión inadecuada de los residuos sólidos. La cantidad de basura que producimos en nuestros hogares aumenta cada año y, por eso, es muy importante que le demos a esos residuos un correcto tratamiento.

Cálculos recientes indican que entre la mitad y dos tercios de los productos de consumo tardan menos de un año en convertirse en residuos. La sociedad de usar y tirar supera nuestra capacidad de recuperación de los materiales.
Además, rara vez tenemos en cuenta la cantidad de residuos que se producen durante la extracción, transporte y manipulación de los productos hasta que están listos para consumir. El concepto de "mochila ecológica" fue creado por Schmitdt-Bleek en 1994 para explicar la cantidad de material que se utiliza durante todo el ciclo de vida de los productos. Todo lo que consumimos, una revista, un teléfono móvil, la gasolina de nuestro coche tiene su propia mochila.

Cuando hablamos de residuos deberíamos tener en cuenta las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
  • Reducir. Lo primero es evitar que se genere basura, podemos reducir nuestros residuos reflexionando antes de efectuar la compra y utilizando los productos de la manera correcta. Comprando siempre productos con menor cantidad de envase, evitando comprar cosas que contengan sustancias peligrosas y, si son necesarias, asegurarse de que tengan la cantidad justa.
  • Reutilizar. Muchas veces los materiales que tiramos podrían ser reutilizados. Por lo tanto, cuando ya hemos hecho lo posible por producir la mínima cantidad de residuos, lo que se debe intentar es darles una segunda vida.
  • Reciclar. Al final de su vida útil, los objetos entran en el proceso de reciclaje, si es el caso, como ocurre con el papel, el vidrio, los plásticos o los residuos orgánicos. Reciclar prolonga la vida útil de los residuos, creando nuevos envases, compost o materiales que servirán para la fabricación de otros productos. Tras cada proceso de tratamiento suele quedar una fracción de los residuos denominada rechazo, que no se ha podido reciclar o valorizar. Mediante la valorización, se convierte la basura en materia prima o energía, pero para lograrlo es necesaria una adecuada gestión y la colaboración de los consumidores.
Con nuestra sensibilización en la correcta gestión de los residuos ayudaremos a que se reduzca el volumen de basuras en los vertederos controlados, la contaminación causada por las incineradoras y conseguiremos el aumento de materiales reciclados.


Una de las cuestiones menos claras en la gestión de residuos es la práctica de algunos países industrializados de mandar residuos tóxicos y peligrosos a otros países, normalmente, poco desarrollados. Algunos residuos se exportan para su legítimo tratamiento y reciclaje, pero en otros casos es simplemente porque es más barato que tratarlos adecuadamente y en el país que los recibe no existen las trabas y limitaciones que en el que envía.  

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